Me enseñaste que amar era hablar, dialogar,
negociar, que no hay que apartar,
que no sólo es besar y que antes del sexo hay abrazos.
Antes de irte quedaron pendientes
mil cosas que no nos dijimos, que no practicamos,
entre una de ellas, amarnos por siempre.
Por eso no entiendo que un dia te vas sin hablar
y tampoco avisar donde estas, de que vas,
me dejaste en la casa tirado como un sofá.
Y tu amor contesta a unos
cuantos kilometros de la ciudad.
Luchare hasta rescatar y llevarlo
hasta el centro de nuestros corazones.
En donde estás, donde te escondes,
te buscaré así sea el fin.
Lloran mis labios, lloran celosos,
yo no podré vivir sin ti.
Quiero recordarte cuando me dijiste
que nunca amarías a nadie en tu vida,
que triste ironía, no sé lo que hacer todavía.
Tu me enseñaste a ser tolerante
en las buenas y malas, también respetarte,
que debo enfrentarme y nunca jamás esquivarte.
Por eso no entiendo que un dia
te vas sin hablar y tampoco avisar donde estas,
de que vas, me dejaste en la casa
tirado como un sofá.
Y tu amor contesta a unos cuantos
kilometros de la ciudad.
Luchare hasta rescatar y llevarlo
hasta el centro de nuestros corazones.
En donde estás, donde te escondes,
te buscaré así sea el fin.
Lloran mis labios, lloran celosos,
yo no podré vivir sin ti.
Donde estás, lo conseguiré,
que vengas a mí, aquí.
Lloran mis labios, lloran celosos,
yo no podré vivir sin ti.
En donde estás, donde te escondes,
te buscaré así sea el fin.
Lloran mis labios, lloran celosos,
yo no podré vivir sin ti.
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